sábado, 2 de agosto de 2014

RECUERDOS DE NUESTRA BODA…


POR LOS SACRAMENTOS SE HACE VISIBLE LA ACCIÓN INVISIBLE DE DIOS EN NUESTRA VIDA Y EN NUESTRA HISTORIA

 Estábamos en los preparativos de realizar nuestra Boda, tanto civil como religiosa y para ello empezamos a iniciar los trámites.  Lo primero fue buscar una linda Parroquia,  cercana a casa, pues yo vivía en Magdalena y mi Manuel en El callao.  Desde mi adolescencia, pertenecía a un grupo juvenil religioso bajo la dirección de un buen amigo sacerdote y asesor espiritual  que me  conocía desde el colegio y que me había propuesto darme las charlas de bodas y lógicamente efectuar la ceremonia.  Fui a sacar las partidas de bautizo de ambos. La de Manuel estaba registrada en una parroquia de Lima, y la mía en otra Parroquia de Jesús María, lugar de residencia de mis abuelos. Ese día fue muy especial, por decirlo así, y es que estaba esperando que me tocara el turno de atención,  cuando el párroco de la iglesia de Jesús María se me acerca para indagar lo que necesitaba, y  el mismo comenzó a atenderme, saco uno que otro archivo, y encontró el libro de bautizos…en ese lapso, el Párroco me preguntaba si yo vivía en la zona, a lo que le respondí que había nacido ahí, en la casa de los abuelos, pero que en mi adolescencia me mude a otro distrito. Buscaba en el libro, y se detuvo a mirarme con sus ojos azules, penetrantes, y nuevamente pregunto, por mis padres si estaban casados, a lo que les dije que Sí, y en esta misma Iglesia…Agrando los ojos, y me dijo el apellido me recuerda algo, a ver voy a revisar…y buscando en las fechas, encontró mi partida, y revisa los datos y dijo fuerte, ¡AJA...YO TE BAUTIZE!,  y me enseña, Y EFECTIVAMENTE ahí estaba anotado su nombre y me SONRIO, y es más , comenzó a revisar otros libros, y me dice, AJA, lo sabía…YO TAMBIEN CASE A TUS PADRES…entonces me dijo algo que me quedo muy grabado en mi corazón: “YO CASE A TUS PADRES, YO TE DI TU PRIMER SACRAMENTO, ASI QUE YO TE VOY A CASAR… Y TE  CASAS AQUÍ EN ESTA PARROQUIA”,  yo ni podía ni hablar, me quede impactada, totalmente emocionada , más diría yo conmocionada con la noticia.. Y aun no reaccionaba cuando agrego, ¡Y  EL NOVIO, DONDE ESTA EL NOVIO!…yo le dije Padre, él no ha venido…¡ PUES TRAEDMELO INMEDIATAMENTE ESTA TARDE PUES QUIERO CONOCERLE!… PERO ANTES TE VOY A ENSEÑAR EL LUGAR DONDE TE BAUTICE, me tomo la mano como a una pequeña. y me llevo a una espacio donde estaba la pila bautismal (era un lugar que conocía por la fotos que estaban en el álbum familiar) y siguiendo el recorrido me llevo al altar principal, y  me dijo "MIRA, AHÍ, CASE A TUS PADRES, AHÍ TE VOY A DAR MI BENDICIÓN A TU BODA"…Salí, inmediatamente y le conté todo esto a mi esposo, y me dijo que íbamos a la cita de la tarde , y ahí REACCIONE ...y recordé:  ¡mi ASESOR ESPIRITUAL, COMO LE DIGO QUE VOY A CASARME EN OTRA IGLESIA, y QUE OTRO PADRE IBA A REALIZAR LA CEREMONIA… OHHH!!!!  , estaba feliz por todo lo acontecido pero no sabía cómo enfrentar la otra situación, porque también deseábamos recibir la bendición de mi amigo asesor… Fuimos a la cita en la tarde, y el párroco nos estaba esperando, y nos dijo que incluso el gestionaría el permiso para hacer la ceremonia civil, concluida la religiosa, que ahí nos darían las charlas…  Decidimos hablar esa misma noche con mi asesor., y fuimos a buscarle, y cuando le contamos todo, se cogió la cabeza, la agacho y se quedó un momento en silencio, entonces ocurrió lo más hermoso…aunque no sé cómo más llamarlo, MI ASESOR, ME DIJO, YA ANOTAME EL NOMBRE DE PARROCO, Y LA IGLESIA, Y YO VOY A IR A HABLAR CON EL MAÑANA, PORQUE...YO LES CASO A UDS… ¡OHH! ya en mi mente me imaginaba que este amigo, se iba a pelear con el otro Padre jajaja…Y NOS REPITIO, MAÑANA REGRESEN EN LA NOCHE… y nos fuimos y yo le decía a mi esposo, y ahora que va a pasar, se va a originar todo un problema…y nos quedamos aturdidos sin saber que hacer , sino esperar. AL DIA Siguiente fuimos a la cita, en la noche, y este amigo querido nos dice. YA ESTA, TODO SOLUCIONADO…¡¡LES CASO Y TAMBIEN LES VOY A DAR SU CHARLAS!!…y le dijimos…¡PADRE. Pero!…y al ver nuestras caras, se sonrió y nos dijo muy tranquilo, ¡VAMOS A CONCELEBRAR LA CEREMONIA…!!
Recibimos doble charlas matrimoniales, una hermosa ceremonia religiosa y luego civil, una reunión muy sencilla, en una Iglesia llena de recuerdos familiares, llena de amor espiritual, rodeada de amigos y familiares, pero más que nada bendecida por dos amigos uno me dio el bautismo y el otro la guía espiritual y formación, y ambos bendijeron nuestra unión. En esa celebración todos notaron al igual que nosotros dos, la presencia viva del Señor y una espiritualidad y un gozo que nunca antes habíamos experimentado. Años después, nuevamente  estos buenos  amigos guiaron nuestras vidas, uno de ellos bautizo a mi primer hijo y mi asesor continuo estando a mi lado siempre, en los momentos dulces y amargos, a horas de los nacimientos de mis cuatro hijos, dándoles sus primeras bendiciones, renovando los votos matrimoniales de 25 años de mis Padres,  y una oración en los fallecimientos de los mismos, y también celebro la renovación de Nuestros 25 años de Bodas.. Una vez más estos amigos nos condujeron en el camino del Señor, una vez más se hizo visible la acción y el amor de Dios, los dones recibidos de Dios, que celebramos en la fe, vivimos en la esperanza y manifestamos en el amor, fueron parte de estas historias nuestras, parte de la Historia que Nuestro Señor soñó para nosotros.


CIERTO ES:
Los Sacramentos son signos de vida y a través de ellos se hace visible la acción invisible de Dios en nuestra vida y en nuestra historia, y como tal, su función es comunicarnos la gracia de Dios o aumentar en nosotros su acción, reconociendo que Él siempre tiene la iniciativa. Por ello, son manifestaciones marcadas por signos que nos hacen visible la fuerza y la acción del Espíritu que nos infunde sus dones e Hijo amado que nos entrega la salvación y su cuerpo para que también seamos salvos. Si bien es cierto ellos nos acompañan a lo largo de toda nuestra vida, se han dividido en tres etapas para comprender mejor su acción en nosotros. Así entonces, tenemos los Sacramentos de Iniciación Cristiana (Bautismo, Confirmación y Eucaristía), los Sacramentos de la Curación (Penitencia Reconciliación y Unción de los enfermos) y los Sacramentos al Servicio y Misión de los fieles (Matrimonio y Orden). Cada uno de ellos se "viven" durante toda la vida, pero se reciben en momentos adecuados. En este sentido, para recibir cada uno de ellos se ha de cumplir una preparación especial que implica asumir el sacramento con real responsabilidad y compromiso.
El Bautismo es el sacramento por el que renacemos a la vida divina, mediante la ablución con agua y la invocación expresa de la Trinidad. Los efectos que produce el bautismo son estos: perdona el pecado original y cualquier otro pecado con las penas debidas por ellos e imprime en el alma el carácter sacramental que nos hace cristianos y miembros de la Iglesia y nos da la gracia santificante que nos hace hijos de Dios.
El Matrimonio cristiano santifica la unión para siempre para aumentarles la gracia santificante, y la amistad con Dios. Y Para darles gracia y favores especiales que les ayuden a cumplir bien sus deberes de padres y de esposos. El matrimonio se funda en el consentimiento de los contrayentes, es decir, en la voluntad de darse mutua y definitivamente con el fin de vivir una alianza de amor fiel y fecundo. 
“Habéis venido aquí, hermanos, para que Dios garantice con su sello vuestro amor, ante el pueblo de Dios aquí congregado y presidido por su ministro. Un día fuisteis consagrados en el bautismo; hoy, con un nuevo sacramento, Cristo va a bendecir vuestro amor, y os enriquecerá y dará fuerza, para que os guardéis siempre mutua fidelidad y podáis cumplir con vuestra misión de casados”


 

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