domingo, 3 de agosto de 2014

DIOS SIEMPRE UNE…REENCUENTRA…JUNTA


DIOS MIRO NUESTROS CORAZONES…Y SE QUEDO EN ELLOS.
Mi hijo ya hacia algunos meses que había partido de casa, rumbo a  Argentina siguiendo los latidos de su corazón, y razones de fe, y muy poca comunicación habíamos recibido por lo mismo que se encontraba en lugares un tanto difíciles de comunicación... En una mañana de setiembre del 2008, recibo la llamada de una señora, que por la voz reconocí que era anciana, y algo aturdida me preguntaba si ahí vivía la madre de un joven que era acólito de una capilla de la zona y que ahora se encontraba en Argentina, pues le dije que sí, y me dijo que iban a venir unos sacerdotes de Argentina a oficiar una celebración muy especial en una Capilla ubicada en una zona alejada –LURIN- y que para ello debía acercarme al día siguiente a las 6am que iba a partir un bus para llevar a las personas inscritas…  Me sorprendió mucho, y me dijo que no dejara de ir por que según sus propias palabras…”SON LOS HERMANOS DE LA CONGREGACION DONDE ESTA SU HIJO”.   Me quede perpleja, uno porque mis ansias de saber algo de mi hijo me motivaban mucho, y otro porque no conocía a la persona que me había llamado, ni mucho menos el lugar donde se realizaría el oficio religioso, ni quienes integraban el grupo que iban a participar … Le comente a mi esposo, quien me dijo, que en Argentina hay muchísimas congregaciones y como saber si eran los mismos, además era muy complicado para el acompañarme por su trabajo,  y mis hijos estaban estudiando … pero como vio mi cara de ansiedad, me dijo, bueno si quieres anda, pero no te ilusiones mucho…  Igual, la emoción me embargaba, ya el hecho de compartir oración con persona que conocían de mi hijo me hacía feliz, el hecho de que especialmente me llamaran era muy significativo, porque lo sentía como que mi Dios me llamaba para conversar con él en este compartir litúrgico; además,  mi corazón de madre buscaba a Dios y este corazón me decía que algo iba a ocurrir, así que aliste todo , deje el almuerzo del día siguiente preparado para los hijos, ordene las cosas , y al día siguiente, Salí muy temprano de casa y fui al punto de encuentro… Vi algunas señoras mayores reunidas , no conocía a ninguna, y me acerque preguntando por la señora que me había llamado y me refirieron que aún no había llegado, a lo que le comente la razón de mi presencia, y me dijeron, bueno habría que ver, porque los cupos del bus estaban cubiertos,  pero que esperara a que llegara la encargada… a los minutos llego la Señora que me llamo por teléfono y me presente, era una ancianita y me cogió del brazo y me dijo que íbamos a ver a los padrecitos de Salta. Llego la encargada y el bus, y me dijo que subiera porque había faltado una persona y podía tomar su lugar, así que partimos. Si bien no les conocía, algunas de ellas si conocían a mi hijo desde tiempo atrás, cuando de pequeño aún ayudaba a la Capilla.  Ellas conformaban un grupo de oración y durante el camino rezamos el rosario, oramos y cantamos, mis pensamientos se iban al cielo, mi corazón esperaba..…”La oración es nuestra mejor arma, una llave que abre el corazón de Dios. Háblale a Dios más con el corazón que con los labios, en ciertos casos hazlo sólo con el corazón”- Padre Pío.  Sin saberlo, estas señoras me regalaron un feliz encuentro con Nuestro Señor.


Llegamos a la Capilla, una hermosa construcción  realizada sobre la cima de un cerro, y nos ubicamos.  A los minutos se inició la ceremonia religiosa, ingresaron los sacerdotes a cargo de los oficios, y con alegría pude reconocer en ellos a los HERMANOS DISCIPULOS DE JESUS.  Dios busco la forma de llevarme ahí, y compartir la oración con ellos… Al termino de los oficios, me acerque a saludarles y le pedí le diera mis saludos a mi hijo , se sorprendieron verme precisamente ahí, y más con el hecho de que deseaban conectarse con nosotros… y me dijo que me esperara por que el Superior del Instituto quería conocerme y conversar precisamente conmigo…mientras esperaba, se me acercaron la señora que me llamo acompañada de otra persona, ambas conocían muy bien a mi hijo, y me conto que para conseguirse mi teléfono buscaron una y mil formas ..Y ello fue, porque esta señora junto con un grupo de personas había viajado unos meses antes a Salta y conoció a los hermanos del Instituto, con quienes compartieron.  En esa oportunidad esta señora había preguntado por mi hijo y le habían referido que en ese momento estaba en otra casa de retiro. Por eso, cuando se enteró que venían estos hermanos busco la forma de llamarme aunque no me conociera. El Padre me recibió, conversamos un poco y pidió conocer a los demás miembros de mi familia…fue hermoso y muy especial el día que compartió unas horas con nosotros en nuestra casa. Fui en busca de Dios,  Él me llevo a ese encuentro,  miró mi corazón y se quedó en él, y en el  de mi Familia. 
CIERTO ES:
Que en la oración se busca a Dios “La oración es el desahogo de nuestro corazón en el de Dios..y es una llave que abre el corazón de Dios". San Pío de Pieltrecina .   Buscar a Dios,  es reconocer la necesidad que tienes de Él en cualquier circunstancia de tu vida,  y cuando obtienes  lo que necesitas se le busca aún más, Dios nos ha de mirar siempre con ojos de Padre, de amigo y consejero, y más que nada EL MIRA TU CORAZON,  la fuente de donde salen tus ideas, tus actos y decisiones.
“UN REGALO DEL SEÑOR SON LOS HIJOS, RECOMPENSA, EL FRUTO DE LAS ENTRAÑAS” Salmos 127,3 .  Como padres queremos para ellos lo que Dios quiere para ellos.  La familia debe formar a los hijos para la vida, de manera que cada uno cumpla con plenitud su cometido, de acuerdo con la vocación recibida de Dios para los padres, que Dios llame a sus hijos supone una caricia muy especial de Dios.  Dios no nos abandona nunca, siempre atento a nuestras necesidades, la procura de nuestra felicidad, todo aquello que nos convenga de acuerdo al Plan de vida que nos tiene reservado, en el tiempo oportuno, en la forma como lo disponga.  Cuando Dios llama a un hijo para que se entregue plenamente a su servicio se descubren los planes que Dios tiene para cada uno: para los hijos y para los padres.  La felicidad, de los padres y de los hijos, depende del cumplimiento de los planes de Dios, que nunca encadenan, sino que potencian al hombre, lo desarrollan, lo dignifican, ensanchan su libertad, lo hacen feliz.  Los hijos son un tema constante en la oración de los padres y con el tiempo se comprueba que la entrega a Dios no separa a los hijos de los padres, muy por el contrario,  se forma una cadena sólida en torno al Señor, se empieza a caminar junto a él,  aunque a veces exija una cierta separación física: se les ama más,  porque Dios no separa,”DIOS SIEMPRE UNE”.  Los Padres, la Familia debemos  acoger con una estima grande esa actitud generosa del  hijo,  del hermano y apoyarle con nuestra oración y nuestro cariño, esté cerca o lejos, no hay distancia,  sólo la espera paciente del volverse a ver sabiendo que los lazos familiares se hacen más fuertes. Por que DIOS SIEMPRE NOS REENCUENTRA.  Además, nunca más estaremos solos, porque siempre Nuestro Señor estará a nuestro lado, mirando nuestro corazón, muy dentro nuestro, y nos unirá más, somos una sola familia de Amor, unida por la FE entorno al corazón de Jesús, y así finalmente, DIOS SIEMPRE , SIEMPRE NOS JUNTA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario