martes, 24 de marzo de 2015

SONRIE, SONRIE


MIS MUÑECOS…SURGEN DE LA IMAGEN SOÑADA QUE LOGRA UNA SONRISA.

Hoy miro mis manos, una enyesada, herida pero no vencida, y la otra ansiosa por hacer cosas… miro mi escritorio y las cajas cerradas…y se me vino a la mente escenas muy conocidas para mi…cajas llenas de telas, moldes recortados, caritas de muñecos, ojitos, narices, barbas, cajas con conos de hilos de diversos colores, muchas agujas, tijeras,etc., etc., quizás escenas muy conocidas por  las expertas costureras, a diferencia, que en mi caso, yo nunca he cogido una máquina de coser, y de niña, en las clases de manualidades me sacaba la mínima nota de aprobación porque no me gustaba aunque ahora creo más, que era porque no sabía coser…lo cierto es que  sin proponérmelo, me fuí involucrando en este mundo de telas y agujas sólo por el placer de disfrutar el tener un muñeco elaborado, cerraba los ojos y me lo imaginaba en un estante, en una mesa, o en las manos de alguien especial… cuando saboree ese instante en que termine de hacer mi primer muñeco navideño y más cuando esta alegría fue compartida por mi esposo y mis pequeños hijos, era apenas una  sencilla manualidad , pero motivo a la familia y nos llenaron de sonrisas… Mis hijos empezaron a realizar sus pequeñas manualidades navideñas y las colocábamos en nuestra sala, ocupando un sitio especial en casa. Es así que año tras año, el aporte que brindamos elaborado por nuestras manos ocupa un lugar especial en nuestro hogar. Ya pasaron muchos años desde ese primer muñeco y cada vez se incrementan con nuevos aportes, en cada  navidad se les saca de sus cajas, y los colocamos en el espacio reservado para nuestros afectos… Ya han pasado algunos meses, y aún se percibe en el recuerdo el ambiente navideño de mi hogar, y en específico de mi área de trabajo…y recuerdo a MIS MUÑECOS… Hice tantos..en un primer año confeccione alrededor de 40, 20 para mis familiares y 18 para las amistades y 2 me los quede…en los siguientes años  han ido aumentando, y más, porque desde hace dos años colaboro con mis hijos en la entrega de juguetes a niños, y para ello la primera vez confeccione 60 muñequitas, y esta última navidad 100 noeles... aparte 40 muñecos para la familia, 60 para las amistades y 5  quedaron en casa…

Bueno, ahí están mis muñequitos, adornando la navidad de mi casa y de muchos familiares y amigos…y bien esto no tendría nada de especial, sino fuera por el hecho de que están confeccionados a mano,  de manera artesanal, utilizando algunos elementos reciclados, mezclando técnicas de cartapesta de papel , costura  y otros moldeados en papel mache. Y por  lo mismo,  por más que los hago en serie, ninguno me sale igual al otro, cada uno tiene diferentes características, y por tanto, los hace únicos.           Cuando los tengo en mis manos, disfruto el llenarles de detalles, a veces muy simples un lazo, un moño, un adorno y en otras veces con una tarjetita en la que escribo un pensamiento o deseo, imaginando que quién lo va a recibir, pueda recibir el calor de mi amistad, de mi Afecto. 

En las reuniones que tenemos en casa, en fechas motivas como día de la mamá, del papi, del amigo, los reencuentros navideños y jornadas de regalos,  con los familiares, amigos, vecinos, amigos de mis hijos, de los grupos de oración, etc., nos agrada atenderles y es propicia la ocasión para retribuirles con un afecto nuestro: un detalle, una manualidad, un muñeco de obsequio…      

Sí, mi memoria recrea muchas caritas con hermosas sonrisas,  que con asombro me lo recibían, otras que gozosas y presurosas me estiraban las manos, y también hubieron algunas que lo cogieron, le miraron y lo dejaron a un lado… He recordado,  que muchas amigas sonrientes me enseñaban en su sala donde estaban colocados estos muñecos, he visto en casa de familiares que en un espacio especial estaban colocados una serie de mis muñecos que iban coleccionando año tras año, y las sonrisas que los recuerdos despertaban ; en una jornada de navidad que hicieron mis hijos junto con sus amigos, regalaron las muñecas , y una de ellas se la dieron a una ancianita, que con una enorme sonrisa, emocionada y feliz la abrazaba…cuando me lo contaron, me sacaron una sonrisa y ello me lleno de alegría, fue suficiente para recibir un buen pago por mi aporte, porque una sola sonrisa sincera es suficiente para sentirme recompensada en todo sentido y más, me incentiva para hacer un poco más…” El trabajo más productivo es el que sale de las manos de una persona contenta” –V. Pauchet… Así que, miro nuevamente mis manos, y les digo, ¡¡ vamos, a sanar pronto, van a estar bien, esto se supera, porque pronto tenemos otra jornada de trabajo, lo poco que sé a la obra del Señor, y se necesitan las dos manos, una sola no es suficiente, una a la otra, diestra y siniestra a funcionar, a ganar sonrisas!!  Que Nuestro Buen Señor nos va a ayudar y nos regalara su hermosa sonrisa.

CIERTO ES

Leí que “cada trabajo que tienes es un autorretrato de ti. Cada día que trabajas te pintas a ti mismo. En ese sentido todos somos autoempleados, porque somos nosotros los que ponemos los límites”.

“Los pensamientos son las manos del alma que modelan la vida del hombre” (Dr.Angel Escudero). Todos pensamos y queremos hacer muchas cosas, o al menos hacerlas y que nos resulten bien, buscamos con afecto brindar afecto,  que nos agraden y agraden a otras personas, que nos hagan sonreir y más, logren una pequeña o gran sonrisa…y ponemos nuestros medios, entusiasmo, tiempo, esfuerzo en hacerlo…a veces se logra y otras no…queremos y creemos hacer lo mejor y es Dios que  juzgara  las intenciones “Cada cual justifica sus decisiones, pero Yahvé sopesa los espíritus. Encomienda tus obras a Yahvé, y tus proyectos se realizarán” Prov.16 2-3.  Y esto debe ser el marcador de nuestra vida, un trabajar con mucho ánimo,  asumiendo retos especialmente en el obrar de nuestras vidas, en la obra del Señor. Porque a veces no basta poseer  un talento extraordinario, habilidades y conocimientos para desarrollar un trabajo, una obra que nos de alegría y genere alegría, una sonrisa en los demás, se requiere de poner ánimo de corazón, lograr ser más diligentes con lo que el Señor nos ha encomendado. Una sonrisa es mi mejor paga. Existe la creencia que la sonrisa es la consecuencia visible de sentirse bien. Que uno primero debe estar de buen ánimo antes de poder sonreír. Sin embargo, Charles Darwin enunció la Teoría de la respuesta facial, según la cual, el acto mismo de sonreír realmente nos hace sentir mejor, en vez de considerar la sonrisa sólo como el resultado de sentirse bien. Esto nos explica por qué es beneficioso hacer sonreír a alguien que no está pasando por un buen momento y aún más interesante, cuando estamos mal nosotros, cambiar nuestra sonrisa y nuestra postura corporal nos ayuda a transformar nuestras emociones. Sonreír es trasmitir la belleza de tu alma, tu armonía de vida en medio de tus problemas y dolores. Es compartir la felicidad vivida que inunda tu alma, mostrar en tu rostro, actitudes y acciones la alegría del Espíritu, un instante en el que se reúne los espíritus, un espacio de tiempo en que los corazones palpitan juntos, el dar y el recibir, un regalo de Dios que trasciende…es la sonrisa de Dios a nuestras vidas, que nos pone en nuestros corazones y que debemos compartirla en nuestro obrar diario : “Tú has hecho que mi corazón rebose de alegría, alegría mayor que la que tienen los que disfrutan de trigo y vino en abundancia”  (Sal 4,8).  Y ello vale más que todas las riquezas juntas. SONRIE, SONRIE.
 

 

jueves, 19 de marzo de 2015

UNA CARICIA DEL ALMA


UN APAPACHO DE DIOS…

En estos últimos días las palabras salud y curación, paciencia y esperanza, afecto, amor,  han sido muy notorias y es que en algún momento de nuestra vida, hemos sufrido un accidente o enfermedad.  La salud es atacada y no todos la vivimos igual.

Meses atrás, un familiar muy querido fue intervenido quirúrgicamente y aún está en un proceso de recuperación...

Recientemente un vecino le practicaron una operación y ya está nuevamente atendiendo sus actividades normales...

Una querida amiga está reiniciando sus controles médicos para evitar que se manifieste nuevamente un grave problema anterior de salud…

Una semana atrás mi  vecina, una muy buena amiga, tuvo que ser operada de los pies quedando imposibilitada de caminar  por tres semanas.  Estaba atendida por sus familiares,  su esposo salía a trabajar temprano, su hija casada venía a verle de tanto en tanto y estaba apenada porque su segunda hija que estaba fuera del país se le presentaron problemas para viajar y acompañarla. Como le era inconveniente recibir visitas, nos comunicábamos por teléfono, y un día  me comento que se sentía a veces sola…

Esa tarde  del grupo de oración de la Legión de María, me trajeron la imagen de Nuestra Madre Santísima que les había pedido para que recorra los hogares de mis vecinas y reúnan a sus propias familias en oración…

Al día siguiente le hago llegar a mi querida amiga la imagen de la MAMAMARIA  y le digo:”ha venido a visitarte para acompañarte y no te sientas sola, la mejor compañía”…

Esa misma noche, viene de tránsito desde México una dulce Hermanita del Instituto Religioso San Juan Bautista, quien seguía viaje a Argentina a primeras horas del día siguiente.  Y para felicidad  y sorpresa nuestra, nos trae la imagen de MAMAGUADALUPE, del mismo Santuario Guadalupano…

Al siguiente día, la MAMAMARIA siguió su recorrido, y está visitando las casas una a una de mis amigas vecinas…

Esa misma tarde, tuve un accidente en casa, a pesar de lo traumático de la situación, me sentí en todo momento acompañada y fortalecida por MAMAMARIA… la tenía en casa,  en el área  de urgencias del Hospital  también... luego  estando echada en la camilla volteo la cara y me encuentro con su hermoso rostro en un cuadro colocado en la pared del área de traumatología… y  en mi mano sana, el rosario y apretando la cruz obtenía la fuente de mi fortaleza…

Hoy nuevamente, converse con mi amiga, y está muy bien, mejorando de a pocos, y muy feliz, porque dentro de dos días viene su hija del extranjero y se queda unos días para atenderla, justo en el tiempo que precisa una compañía para su terapia…y es que DIOS TODO LO HACE PERFECTO Y PRECISO…ESTE ERA EL MOMENTO CONVENIENTE PARA QUE SE REUNAN MADRE E HIJA Y PUEDAN COMPARTIR…

Retoma fuerza la frase conocida” Toda enfermedad acaba tarde o temprano, pero debemos plantearnos si somos lo suficientemente fuertes como para superarla”...

En estos días me he visto sumergida en un mar de nuevas experiencias en mi vida, muy apapachada por mi esposo e hijos, querida por familiares y afectos dulces de amistades. Me cautivo y motivo el conocer la historia de un Santo, el Doctor Dr. Giuseppe Moscati  quien fuera canonizado el 16 de octubre de 1987 por San Juan Pablo II, un médico que demostró que dar de corazón reconforta el alma y engrandece el alma y el espíritu. También vimos la película La Teoría del Todo, de la cual puedo rescatar como valor esencial que el amor lo es todo, la esperanza lo es todo...

Estos días, fueron momentos fuertes, de dolor, temor, impotencia, incomodidad, inseguridad, impaciencia; un brusco detener de las actividades normales, a sentirse recortada en las capacidades y habilidades usuales y simples.  Pero a la par, se incrementaron la sensibilidad a  las atenciones y demostraciones de afecto, de amor y comprensión, consuelo, cariño, de manera física, emocional, espiritual y en todos los demás aspectos que conlleva el apapachar, el acariciar con el alma… apapachos del corazón. Nuestro espíritu se ha intensificado por la sentida presencia del actuar de Nuestro Señor a través de muchas personas, familiares y amigos que nos demostraron un afecto y preocupación, y ello ha obrado en nosotros, donde unos y otros nos entrelazamos, nos protegemos, nos cuidamos, de no quedarnos solos y sentir miedo, nos unimos en un todo, y nos percibimos como almas que se relacionan con almas, el amor lo hace todo, porque DIOS ES MI TODO.

CIERTO ES:

El curarnos de una enfermedad o lesión implica la recuperación de un estado anterior y esencialmente aprender a convivir con lo que la enfermedad nos ha dejado. Sus marcas, sus aprendizajes y sus imposibilidades. Nuestra actitud inicial nos lleva a mantener la confianza, el reposo, la dedicación y la paciencia. Debemos asumir la realidad de nuestra quebrada salud y a aprender a vivir en ese panorama real de nuestra salud, en donde asumen un compromiso humano  los médicos, paciente, familia, amigos. Los médicos curan con sus conocimientos, pero alivian más pronto a sus pacientes con el interés y afecto que ponen en sus dolencias.

Juan Pablo II, Homilía en la Ceremonia de Canonización del Doctor José Moscati, 16 de octubre de 1987 señalo: “El móvil de su actividad como médico no fue, pues, solamente el deber profesional, sino la conciencia de haber sido puesto por Dios en el mundo para obrar según sus planes y para llevar, con amor, el alivio que la ciencia médica ofrece, mitigando el dolor y haciendo recobrar la salud. Por lo tanto, se anticipó y fue protagonista de esa humanización de la medicina, que hoy se siente como condición necesaria para una renovada atención y asistencia al que sufre”.  El doctor Moscati es un verdadero voluntario del amor de Dios para los demás y su historia alienta la esperanza y  llevan a engrandecer el alma y el espíritu.   Nos necesitamos para curarnos, asumir el proceso con decisión y voluntad, y nadie se cura sin amor.  “No temas, pues yo estoy contigo; no mires con desconfianza, pues yo soy tu Dios; yo te he dado fuerzas, he sido tu auxilio, y con mi diestra victoriosa te he sostenido” – ISAIAS  41,10 DIOS MISMO NOS INVITA A TENER PACIENCIA, ESPERANZA, OPTIMISMO. DEJEMOS QUE DIOS NOS APAPACHE…“Dejemos que nuestro corazón se conmueva con la ternura de Dios; necesitamos sus caricias.  Las caricias de Dios no producen heridas, las caricias de Dios nos dan paz y fuerza, necesitamos las caricias de Dios.” -PAPA FRANCISCO.
 

sábado, 14 de marzo de 2015

DE LA MANO CON AMOR...


COGIDOS DE LA MANO…
En el transcurrir de nuestras vidas, en los vaivenes del día a día, a veces sin quererlo, ni esperarlo, se nos presenta un estado circunstancial, accidental, traumático en que en un solo instante tu espacio vivencial se detiene . Sufrí una caída y producto de ello, me fracture el brazo, en el primer instante mi espíritu se refugió en Dios, y ello me dio las fuerzas para llamar a mi esposo, quien vino corriendo y mi reacción instintiva fue la de cogernos de la mano…
Este gesto me trajo a la memoria lo acontecido muchos años atrás, nos conocimos en la universidad porque un amigo en común nos presentó y nuestro primer encuentro fue sellado con un darnos las manos y a partir de ahí, comienza nuestra relación; primero de simple conocimiento, después de simpatía, más tarde de confianza y, finalmente, de amistad, que con el transcurrir del tiempo, se hizo tan especial que termino en enamoramiento y luego la idea de nuestro matrimonio empezó ya de algún modo a vislumbrarse en el horizonte de nuestras vidas, una relación como Dios manda que nos permita conocer más profundamente al otro y crecer en amor a él, un compromiso de entrega por amor.  Así fue y es, siempre andado de la mano, de la mano ante el Altar ostentando nuestros bendecidos aros matrimoniales, de la mano caminando por ese camino soñado, suavemente cogidos  de la mano en los tiempos bendecidos gozando de la misericordia de Dios, y fuertemente asidos de la mano en tiempos fuertes, para fortalecernos mutuamente y mantenernos firmes y unidos. Y en todo ese tiempo hasta ahora, el tomarnos de la mano ha sido siempre el sello que marca nuestra relación. Ya en nuestra Renovación del Compromiso Matrimonial de nuestros 25 años, expresamos nuestras gracias a Dios por nuestro amor y nuestra fe,  por nuestro deseo de querer renovar nuestra alianza sacramental, nuestra promesa de fidelidad entre nosotros, y buen ejemplo a nuestros hijos, por lo que en la ceremonia nuestro querido amigo Sacerdote, nos invitó a que, unidas nuestras manos, renovemos nuestro compromiso matrimonial:
“ Nosotros, esposos cristianos, renovamos nuestra promesa de fidelidad al amor de Dios en quien creemos, fidelidad a nuestro cónyuge, a quien amamos, fidelidad a nuestros hijos, de los que somos responsables y nos aceptamos de nuevo como esposo y esposa, en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte nos separe”.
Luego nos diría: “El Señor, que hizo nacer en vosotros el amor, os mantenga en ese mismo amor, os sostenga en vuestros propósitos, fortalezca vuestra vida y bendiga siempre vuestra familia. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMEN”

Ahora, nuevamente próximos a cumplir nuestros 35 Años de Bodas, agradezco a Nuestro Misericordioso Señor que me permita contar con la mano amorosa de mi compañero de vida, mi amado esposo Manuel,  juntos ver la obra de nuestro amor, nuestros amados hijos.
CIERTO ES.

El simple gesto de coger de la mano a nuestra pareja se constituye en  un fuerte símbolo de afecto y empatía. Si nos cogemos de la mano en público, añadimos, además, una declaración tácita de compromiso, con la que comunicamos al mundo que tenemos un vínculo sentimental que nos une de forma especial a esa otra persona. Ahora no tan sólo se ha constituido  en nuestra forma de comunicación en silencio de forma no verbal, sino también en una manifestación de apoyo en momentos difíciles en los que tenemos que superar una crisis, y mediante lo cual trasmitimos a nuestra pareja que estamos ahí para lo que necesite.
Siempre nos han cautivado las parejas de ancianos que andan cogidos de la mano, su expresión sencilla de lo puro y duradero de su amor y que alienta la esperanza de una promesa de amor. Ahora bien, este gesto simple, natural y expresivo tiene importantes connotaciones psicológicas y algunas científicas, nos es conocido desde siempre y no implica propiamente un acto romántico. Las manos de nuestra madre nos enseñaron desde el momento de nuestro nacimiento la importancia del contacto físico. A todos nos conforta vivir situaciones  en donde nos hacen sentir seguros pero cuando se nos presentan situaciones de estrés y dolor, el que nos cojan de la mano, hace que nuestro cerebro recuerde las primeras caricias maternales después del momento traumático del nacimiento y disminuye el malestar, transmite calor humano, nos hace sentirnos más felices y menos ansiosos  Lo vi en mis padres, en mis hermanos, en mis amigos, y se da con los que queremos , amamos, y el secreto está en el dialogo, paciencia y mucha comprensión, es un largo camino el de la vida, al menos muchos queremos que lo sea , toda la existencia junto con el ser amado,  y por ello debemos mostrar nuestros  deseos de vivir a su lado toda la vida y de mantenernos  juntos de las manos para siempre como un solo corazón.  También es una verdad de FE, que en los momentos más críticos,  una mano nos sostiene, nos guía,  porque tiene la dirección de nuestras vidas,  porque conoce nuestros corazones y es la mano de Dios, que nos creó, que nos sostiene y se entregó por amor a nosotros.   

Yo le pedí fuerza...
Y Dios me dio dificultades para hacerme fuerte.

Yo le pedí Sabiduría...
Y Dios me dio problemas para solucionar.

Yo le pedí Prosperidad...
Y Dios me dio cerebro y fuerza para trabajar.

Yo le pedí Coraje...
Y Dios me dio peligros para vencer.

Yo le pedí Favores...
Y Dios me dio oportunidades.

Todo me lo da, sus dones sobrepasaron mis expectaciones y me trajeron la felicidad.  CONFIO QUE AQUELLO QUE NECESITE ME LO DARA EN LOS TIEMPOS DEL SEÑOR.
 

 
 
 

lunes, 2 de marzo de 2015

SOMOS HERMANOS


UN AGRADABLE Y DELICIOSO MOMENTO QUE VIVIMOS LOS HERMANOS…

Ya hacían muchos días que no nos habíamos reencontrado con mis hermanos. Pero este viernes 27 fue especialmente remarcado por Dios. Era la fecha de recordación del natalicio de nuestra mamá Geno que ya desde más de 30 años habita en la Casa Celestial y ya debe haberse reencontrado con su amado Hugo, nuestro recordado Papito.  Una llamada telefónica el día anterior decidió el momento.  Mi hermana me contaba situaciones de convivencia en la familia que  dentro de la cotidianidad de las relaciones se prestan a diferentes apreciaciones,  y  a veces degenera en momentos de malestar y alejamiento entre los hermanos  que siendo de una misma familia, unidos en el mismo amor de los padres,  sólo determina pesar entre todos.  Mi hermana sugería cuanto antes la presencia de los hermanos mayores para reunirnos, dialogar, comprendernos, conciliar criterios, pero esencialmente, que prevaleciera nuestro amor de hermanos, por encima de todo mantener la unidad familiar que siempre fue propiciada por nuestros padres.  Y cómo es Dios de grande, en ese momento, decidimos antes de  ello, asistir todos a escuchar misa por el onomástico de nuestra mami, para que Dios nos ayude a mantener la unidad de la familia por encima de todo, que nos de luces para actuar movidos sólo por la ley básica del AMOR … Y así lo hicimos, fuimos a misa, lo que paso fue sorprendente.  En el trayecto a la Iglesia, vimos un grupo de personas rezando el Vía Crucis en la calle y en otro lado, un grupo de personas de distinta religión, transmitiendo  la Palabra de Dios. Llegamos a la hermosa Iglesia de nuestros recuerdos de niñez, a la cual asistíamos en compañía de nuestros padres.  Se inicia la celebración litúrgica, escuchamos unas hermosas melodías que mis hermanos cantaron…En un primer momento  nos leen la lectura de Ezequiel 18, 21-28  que sobre ella el sacerdote nos comentaría que si algún defecto se podría encontrar a Dios sería su FALTA DE MEMORIA PARA NUESTROS PECADOS, porque siempre está dispuesto a olvidar, perdonar, porque conoce nuestra debilidad, no busca castigarnos sino que lo amemos, lo escuchemos y le obedezcamos para con ello darnos la felicidad, Luego la lectura del EVANGELIO según SAN MATEO 5, 20-26, que nos refirió sobre la reconciliación entre los hermanos, que el tiempo de la cuaresma es un tiempo especial de gracia en el que Dios derrama de una manera particular su amor en nuestros corazones, que es un tiempo propicio para reconciliarnos con Dios,  con los hermanos, incluso con nosotros mismos; es tiempo de perdonar nuestros errores, de aceptarnos como somos y proponernos o re-proponernos nuevas metas ¿Por qué no empezar en este período a reconciliarnos entre nosotros, con un profundo deseo de construir la armonía en nuestros trabajos, escuelas y, sobre todo, en nuestras familias?.. Terminamos de escuchar la misa, y salimos muy motivados, felices, porque sentimos que DIOS NOS HABIA HABLADO DIRECTO AL CORAZON DE CADA UNO DE NOSOTROS Y A TODOS JUNTOS COMO FAMILIA…

Al retornar a mi casa, le contaba a mis hijos lo acontecido, y surgió una pregunta ¿y asistieron tus hermanos?, yo les respondí la mayoría porque algunos estaban fuera…y  sorprendidos me dijeron pero algunos son “evangelistas”, y yo les dije.. SI, PERO ERA NUESTRO ENCUENTRO DE HERMANOS PARA ORAR, Y ES MAS, CANTAMOS JUNTOS, PORQUE ERAN CANCIONES QUE  CONOCIAN Y QUE TAMBIEN SE CANTABAN EN SUS ENCUENTROS EVANGELICOS….y si bien, al  empezar  la misa éramos los hermanos que buscábamos a Dios, al finalizar la misa, nos sentimos más hermanos, más unidos en nuestros recuerdos de amor,  más fortalecidos en nuestro REENCUENTRO CON JESUS, más bendecidos por su AMOR,  sentimos que nos escuchó, y más, sentímos que nos respondió: “¡ QUE AGRADABLE Y DELICIOSO ES QUE LOS HERMANOS VIVAN UNIDOS!  ES COMO UNGÜENTO PERFUMADO DERRAMADO EN LA CABEZA…” Salmo133, 1-2 Señor, tú nos invitas a ser un solo cuerpo y un solo espíritu. Permítenos que tu amor llene nuestras vidas y ayúdanos a proclamar juntos tu AMOR , juntos como TU FAMILIA DE AMOR.

 CIERTO ES:

Una vez escuche decir: "Las notas musicales se juntan y dan una hermosa melodía"; por qué nosotros no podemos unirnos como esas notas musicales para solidificar nuestras familias, y construir una sociedad más justa y más fraterna.  Por qué no reunirnos para Alabar juntos al Único que es digno de toda gloria, conocernos y reconocernos como hermanos en Cristo y dar testimonio de la obra de Dios en nuestras vidas. ¿Podrían unirse los católicos y evangélicos? El Papa Francisco y sus antecesores  siguen buscando la opción de la unidad. Jesús hoy nos pide que nos reconozcamos como hermanos tal como El lo hizo, que nuestros corazones se transforme en fuente de amor vivo y pongamos de nuestra parte para vencernos y poder decir como Pablo "no vivo yo, es CRISTO quien habita en mí". Nuestro  Papa Francisco nos ha dicho que “Jesús propone a quien lo sigue la perfección del amor: un amor cuya única medida es la de no tener medida: de ir más allá de cualquier cálculo. Y la unidad de los Cristianos se alcanzará por obra del Espíritu Santo

El pasado 25 de Enero del 2015, el Papa Francisco presidió el rezo de las Segundas Vísperas de la Solemnidad de la Conversión de San Pablo, como conclusión a la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, en la Basílica de San Pablo Extramuros, en la Ciudad de Roma. En su homilía, el Santo Padre, mencionó que “Jesús es paciente... su ejemplo alienta a buscar una confrontación pacífica con el otro”, que para entenderse hay que escucharse y acogerse mutuamente, porque SOMOS HERMANOS, HIJOS DEL MISMO DIOS PADRE. Debemos reconocer que para llegar a las profundidades del misterio de Dios, nos necesitamos unos a otros, necesitamos encontrarnos y confrontarnos bajo la guía de Espíritu Santo, que armoniza la diversidad y supera los conflictos, reconcilia las diversidades. El Papa Francisco nos dice que “el amor de Dios que ha sido derramado en nuestros corazones por el bautismo es la razón más profunda de unidad que une a todos los cristianos, y que es mucho más grande que las divisiones que se han producido a lo largo de la historia”. “El amor crece a través del amor”, nos recuerda Benedicto XVI. “El amor es «divino» porque proviene de Dios y a Dios nos une y, mediante este proceso unificador, nos transforma en un Nosotros, que supera nuestras divisiones y nos convierte en una sola cosa, hasta que al final Dios sea «TODO PARA TODOS» (cf. 1Co 15,28)” . “Dios  es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él » (1 Jn 4, 16). Ese día de  reencuentro con mis hermanos, como en estos momentos,  Dios nos espera porque nos ama y nos dirá  “Con amor eterno te he amado: por eso prolongaré mi cariño hacia ti” (Jr 31,3). Y SI, AL SALIR DE ORAR, TODOS NOS SENTIMOS MUY AMADOS POR DIOS…Y ES QUE TODOS…SOMOS UNO,  TODOS SOMOS HIJOS DE DIOS.