Pasada la Navidad, se guardaron los muñecos navideños y la sala se
reordeno… coloque los anteriores adornos y demás…y faltaba lo más importante,
colocar las fotos de la familia, de mis hijos, de mi matrimonio, de las
comuniones, etc.etc. Fui al
estudio y los saque de los cajones, y ahí me encontré con la ruma de álbumes
familiares, junto con otras fotos
sueltas… y al cogerlas no pude resistirme al placer de ver una que otra foto.
Cada una relataba una diversidad de historias que bien almacenadas
estaban registradas en mi memoria y que se habían guardado en mi corazón...
¡¡MIS
HIJOS, COMO CRECIERON!!! Exclame cuando
tome una foto en mis manos de cuando eran niños... y sí, cuántos momentos
inolvidables, cuántas personas amadas algunas ahora muy cambiadas, otras casi
iguales, y otras en su descanso eterno… Y me di una pausa y la oportunidad de
realimentar mis recuerdos, así que aproveche para entrar en mi computadora para
seguir con el placer de recordar y revivir tantos momentos compartidos con mi
esposo, con mis hijos, con la familia, con los amigos…Y ahí, también hice el
famoso “clic” y en la memoria de mi computadora estaban bien detallados y
organizados por fechas y situaciones… pero era una parte de mi vida registrada
desde una determinada fase de mi existencia…me faltaba otra de igual
importancia, la de mi niñez… y es que las condiciones de esa época estuvieron
enmarcadas en limitadas circunstancias y diferentes tecnologías, que no
permitieron dejar imágenes visuales de mis vivencias infantiles y de niñez… los abuelos se fueron, mis amados
padres se fueron, tíos o
amigos no están y no tengo recuerdo visuales de innumerables momentos compartidos. Me encanta ver el paso
del tiempo a través de las fotografías que tenemos, con sus virtudes y sus
defectos. Aún me embeleso mirando mis antiguas fotografías (que ya he visto mil
veces) y ver cómo ha ido cambiando el mundo a mi alrededor y recordando las miles
de anécdotas, buenos y malos momentos que las rodean... El instante captado, es
lo que inmortaliza esos momentos de vida, momentos que quedaran guardados para
siempre y que constituyen la
identidad de mi familia. Cada foto… un
recuerdo, algunas veces bien logrado, otras a regañadientes porque a veces o
muchas veces, a mis hijos no les agradan que les tomen muchas fotos… (¡ahh!..pero
si es para mi vida, para alimentar esta memoria mía, para mantener vivo mi corazón…)
la fotografía es la única prueba de ese momento vivido... Yo por eso
capturo y conservo cada momento vivido (cuando se puede y cuando me lo
permiten)... La vida está llena de momentos, unos más agradables que otros,
unos más memorables que otros y unos más pasajeros que otros, pero todos los
momentos vividos son parte de nuestra vida, están para vivirlos, aceptarlos,
recordarlos y olvidarlos. Quizás para mi vida ya algunas cosas no se dieron, pero ahora valoro cada instante y busco enseñarles
a mis hijos para que nunca pierdan los momentos más bellos de la vida.
Ahora la tecnología, me ayuda a
conocer más familiares a través de otras fotos colgadas en el Facebook, y en
ello se restablecen los lazos familiares, se logra una mejor identidad familiar, se
logra restablecer NUESTRO LEGADO FAMILIAR, ¡LA HISTORIA DE NUESTRAS VIDAS!
CIERTO ES:
La fotografía tiene la capacidad de congelar un instante, que delimita un pasado y un futuro, nos muestra una realidad, una imagen que nos trasmite alguna idea o emoción, pero nunca podrá aburrirnos o dejarnos indiferentes, porque su importancia para nosotros radica en que preserva fragmentos del pasado, imágenes que jamás se volverán a repetir e incluso que pueden haber desaparecido para siempre. Basta una fotografía para captar el amor, que vive dentro del corazón... captar la vida en un instante, y observarla en un futuro.
El álbum
fotográfico familiar conserva y ordena las fotos, con ello se ordena la identidad familiar a
través del tiempo. Ya desde su aparición
en 1826 ha cumplido con una importante
función social y familiar, luego en 1907 la aparición de la fotografía en color
permite resaltar las tonalidades de la vida y luego en 1948 el surgimiento de
la fotografía instantánea de Polaroid le da sentido a la oportunidad. Finalmente en 1990, comienza la digitalización del ámbito fotográfico y
su inmejorable archivo en memorias electrónicas, y más con los famosos videos
cortos.
Los álbumes familiares ayudan a mantener la visualización
de la identidad familiar, pero en sí no transmiten o explica el sentimiento y
la emoción que liga esa imagen a la memoria, y su expresión en recuerdo que
identifique la identidad, es así que se hace necesaria la trasmisión de un
testimonio de vida, para que llegado el
momento en que el álbum es heredado por una persona que no ha estado presente
en la toma de las fotografías o que no ha conocido personalmente a los
personajes fotografiados pueda identificar su legado de vida, e identifique
claramente su historia de vida. El Pontificio Consejo para las Comunicaciones
Sociales del Vaticano, nos dice: “lo que buscan hoy los hombres, es un
testimonio de vida". Una forma de comunicar a Dios y para ello hay muchas
formas, pero hay que darle el matiz correspondiente. Una de las mejor más
generalizadas de comunicación y contacto es el “FACEBOOK QUE NO ES PARA HABLAR DE DIOS, SINO PARA HABLAR DE
TI... PERO PUEDES HABLAR DE LO QUE DIOS HACE EN TI, Y LO QUE TÚ HACES EN DIOS”
El Sacerdote Jordi Rivero nos
dice: Como los hijos guardan la foto de sus padres, el cristiano utiliza el
arte para representar a los que están en el cielo. Las fotos de los padres no son necesarias para
que los hijos les recuerden a los padres o mantengan el amor entre ellos, es
tan solo un signo que facilita el recuerdo. Por tanto el cristiano tampoco
necesita imágenes para orar. Tan sólo son una ayuda para elevar los sentidos.
El hombre siempre ha usado pintura, figuras, dibujos, esculturas, fotos,
videos, etc., para darse a entender o explicar algo. Estos medios sirven para
ayudarnos a visualizar lo invisible; para explicar lo que no se puede explicar
con palabras, a sentir lo que SIENTE NUESTRO CORAZON...A DEJAR UN TESTIMONIO DE
VIDA.
BIEN SE DICE QUE EXISTEN COSAS QUE NO SE RECUPERAN:
Una piedra, después de haberla lanzado;
Una palabra, después de decirla;
Una oportunidad, después de haberla perdido;
El tiempo, una vez que ha pasado.
A veces no hay segunda vez, o una segunda oportunidad, aprovecha el
momento, es un instante que no volverá y que tienes la oportunidad de
capturarlo, grabarlo en tu memoria, almacenarse en tu corazón, alimentar tu
vida, y porque no hacerlo, si se puede, en
un video, en UNA FOTO… ¡clic…directo al corazón!
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