sábado, 31 de enero de 2015

NUESTRO CUSTODIO y GUARDA...


MI CAIDA Y LA AYUDA DE MI ANGEL
Hace un  tiempo, me sucedió un hecho inusual.  Bajaba por  las escaleras de mi casa, y a mitad de la misma, sentí que simultáneamente mis dos piernas eran jaladas hacia adelante, inconscientemente extendí los brazos  al cielo, y mi mente se preparaba en milésimos de segundos, para sentir los golpes en la sentadera, o en la espalda  al chocar contra los peldaños de la escalera…ERA INMINENTE LA CAIDA…VIOLENTA Y RAPIDA…POR DEMAS DOLOROSA…y sin embargo ocurrió algo que para mí resulta inexplicable… en cuestión de segundos que me parecieron eternos, sentí claramente una presión suave y segura como si alguien o algo me cogía de las axilas de ambos brazos, haciendo que estos se alcen al cielo (lo normal o por instinto de protección, uno busca cogerse de algo)… de forma tal que mi cuerpo cayo suavemente, deslizándome por  encima de los bordes de los peldaños, sin golpearme… llegue a sentir cada escalón por el que me deslizaba a manera de un tobogán o algo similar, siempre con los brazos alzados, sintiendo que era sostenida… y así llegue hasta el piso sin recibir golpe alguna en parte de mi cuerpo.  La primera sensación que me vino, fue de sentirme protegida, cuidada, salvada… y con ello sobrevino, una alegría intensa, y una alabanza en agradecimiento a Nuestro Señor JESUS, que en su divina misericordia me protegió y envió a mi ángel custodio, para que me guarde… Me levanté, y me sentí tan bien, que continúe con mis labores del día, pero llena de la alegría del SEÑOR.
CIERTO ES:
Un análisis objetivo nos refiere que el término reflejo se define como la respuesta automática e involuntaria que realiza un ser vivo ante la presencia de un determinado estímulo. La respuesta refleja implica generalmente un movimiento. Ante lo inminente de la caída, el cuerpo de por sí busca su equilibrio y por reflejo se extiende los brazos abiertos estirados en cruz, en este caso, la respuesta  motora de mi cuerpo, que se dió “sin pasar por el cerebro” o sin control voluntario del mismo, fue alzar los brazos rectos al aire…
En mi parecer espiritual, a la luz de una VERDAD DE FE, el catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que los Ángeles sí existen. Son seres espirituales que contemplan constantemente a Dios (Mt 18,10), están atentos a sus órdenes y a la voz de su palabra (Sal 103,20). Dios nos ama infinitamente y ha dispuesto un ángel especialmente para cada de nosotros, es nuestro CUSTODIO, el que nos GUARDA y está para darnos AUXILIO ESPIRITUAL, MATERIAL. PROTEGERTE DE LOS PELIGROS DEL ALMA, Y DE LOS PELIGROS DEL CUERPO…por ejemplo un choque, un accidente, una enfermedad, o porque no, un tropiezo o caída como la que refiero… La Biblia dice: ¨Te enviará a sus ángeles para que no tropieces en piedra alguna¨ (Sal 90,11).
A veces tenemos también otras “caídas” fuertes, emocionales y la presencia de Dios se hace presente en esta crisis emocional porque Dios cuida nuestra vida en el momento de angustia y dolor y nos consuela por medio de su Santo Espíritu, ayudándonos a entender que es  necesario liberar nuestras emociones dolorosas y aceptar que los hechos del pasado no podrán cambiar pero sí nuestra actitud hacia ellos.  “OLVIDARÁS TU AFLICCIÓN, COMO AGUAS QUE HAN PASADO LAS RECORDARÁS. TU VIDA SERÁ MÁS RADIANTE QUE EL MEDIODÍA Y HASTA LA OSCURIDAD SERÁ COMO LA MAÑANA" (JOB 11:16-17).
Está escrito en la Biblia: “ALARGO A TI MIS MANOS, MI ALMA ES UNA TIERRA SEDIENTA DE TI” (Salmo 143,6).   Ante una caída debemos acudir al Padre Nuestro que está en el cielo, alzando los brazos como para encontrarnos con nuestro Padre. No es que lo busquemos en las alturas. Dios está en todas partes pero hacemos, en realidad, un gesto de ascender buscando también nuestro origen, que siempre está como “más allá” de nosotros. De Dios somos. A él evocamos, invocamos y tendemos. Dios está presente siempre en todo, actuando y soñando con nosotros y en nosotros. Su poder es absoluto y misericordioso. Si Dios tiene el control sobre la tierra y todo cuanto vive en ella y más de ella, tiene control sobre nuestras vidas, cuanto más en nuestras aflicciones, cuidando nuestras emociones, nuestros sentimientos, nuestras luchas internas, nuestras circunstancias. Jesús dentro de nosotros, en nuestro corazón dispuesto para ayudarnos y guiarnos “EL SEÑOR DA SU MANO A TODOS LOS QUE CAEN Y AYUDA A LEVANTARSE A TODOS LOS POSTRADOS” (Salmo 145,14). Y con toda seguridad, a nuestro lado estará su enviado custodio...NUESTRO AMIGO CELESTIAL, NUESTRO ANGEL...                                                                     

 

martes, 27 de enero de 2015

LAS FOTOS...UN TESTIMONIO DE VIDA

IMAGEN, UN INSTANTE;  MEMORIA, UNA IDENTIDAD : MIS FOTOS
Pasada la Navidad, se guardaron los muñecos navideños y la sala se reordeno… coloque los anteriores adornos y demás…y faltaba lo más importante, colocar las fotos de la familia, de mis hijos, de mi matrimonio, de las comuniones,  etc.etc.   Fui al estudio y los saque de los cajones, y ahí me encontré con la ruma de álbumes familiares,  junto con otras fotos sueltas… y al cogerlas no pude resistirme al placer de ver una que otra foto. Cada una relataba una diversidad de historias que bien almacenadas estaban registradas en mi memoria y que se habían guardado en mi corazón...
¡¡MIS HIJOS, COMO CRECIERON!!! Exclame  cuando tome una foto en mis manos de cuando eran niños... y sí, cuántos momentos inolvidables, cuántas personas amadas algunas ahora muy cambiadas, otras casi iguales, y otras en su descanso eterno… Y me di una pausa y la oportunidad de realimentar mis recuerdos, así que aproveche para entrar en mi computadora para seguir con el placer de recordar y revivir tantos momentos compartidos con mi esposo, con mis hijos, con la familia, con los amigos…Y ahí, también hice el famoso “clic” y en la memoria de mi computadora estaban bien detallados y organizados por fechas y situaciones… pero era una parte de mi vida registrada desde una determinada fase de mi existencia…me faltaba otra de igual importancia, la de mi niñez… y es que las condiciones de esa época estuvieron enmarcadas en limitadas circunstancias y diferentes tecnologías, que no permitieron dejar imágenes visuales de mis vivencias infantiles y de niñez… los abuelos se fueron, mis amados padres  se fueron, tíos  o  amigos no están y no tengo recuerdo visuales de innumerables  momentos compartidos. Me encanta ver el paso del tiempo a través de las fotografías que tenemos, con sus virtudes y sus defectos. Aún me embeleso mirando mis antiguas fotografías (que ya he visto mil veces) y ver cómo ha ido cambiando el mundo a mi alrededor y recordando las miles de anécdotas, buenos y malos momentos que las rodean... El instante captado, es lo que inmortaliza esos momentos de vida, momentos que quedaran guardados para siempre y que constituyen la identidad de mi familia.  Cada foto… un recuerdo, algunas veces bien logrado, otras a regañadientes porque a veces o muchas veces, a mis hijos no les agradan que les tomen muchas fotos… (¡ahh!..pero si es para mi vida, para alimentar esta memoria mía,  para mantener vivo mi corazón…) la fotografía es la única prueba de ese momento vivido... Yo por eso capturo y conservo cada momento vivido (cuando se puede y cuando me lo permiten)... La vida está llena de momentos, unos más agradables que otros, unos más memorables que otros y unos más pasajeros que otros, pero todos los momentos vividos son parte de nuestra vida, están para vivirlos, aceptarlos, recordarlos y olvidarlos. Quizás para mi  vida ya algunas cosas no se dieron, pero  ahora valoro cada instante y busco enseñarles a mis hijos para que nunca pierdan los momentos más bellos de la vida.
Ahora la tecnología, me ayuda a conocer más familiares a través de otras fotos colgadas en el Facebook, y en ello se restablecen los lazos familiares,  se logra una mejor identidad familiar, se logra restablecer NUESTRO LEGADO FAMILIAR, ¡LA HISTORIA DE NUESTRAS VIDAS!





CIERTO ES:

La fotografía tiene la capacidad de congelar un instante, que delimita un pasado y un futuro, nos muestra una realidad, una imagen que nos trasmite alguna idea o  emoción, pero nunca podrá aburrirnos o dejarnos indiferentes, porque su importancia para nosotros radica en que preserva fragmentos del pasado, imágenes que jamás se volverán a repetir e incluso que pueden haber desaparecido para siempre. Basta una fotografía para captar el amor, que vive dentro del corazón... captar la vida en un instante, y observarla en un futuro.
El álbum fotográfico familiar conserva y ordena las fotos,  con ello se ordena la identidad familiar a través del tiempo.  Ya desde su aparición en 1826 ha cumplido  con una importante función social y familiar, luego en 1907 la aparición de la fotografía en color permite resaltar las tonalidades de la vida y luego en 1948 el surgimiento de la fotografía instantánea de Polaroid le da sentido a la oportunidad.   Finalmente en 1990, comienza la digitalización del ámbito fotográfico y su inmejorable archivo en memorias electrónicas, y más con los famosos videos cortos.
Los álbumes familiares ayudan a mantener la visualización de la identidad familiar, pero en sí no transmiten o explica el sentimiento y la emoción que liga esa imagen a la memoria, y su expresión en recuerdo que identifique la identidad, es así que se hace necesaria la trasmisión de un testimonio de vida, para que  llegado el momento en que el álbum es heredado por una persona que no ha estado presente en la toma de las fotografías o que no ha conocido personalmente a los personajes fotografiados pueda identificar su legado de vida, e identifique claramente su historia de vida. El Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales del Vaticano, nos dice: “lo que buscan hoy los hombres, es un testimonio de vida". Una forma de comunicar a Dios y para ello hay muchas formas, pero hay que darle el matiz correspondiente. Una de las mejor más generalizadas de comunicación y contacto es el “FACEBOOK QUE  NO ES PARA HABLAR DE DIOS, SINO PARA HABLAR DE TI... PERO PUEDES HABLAR DE LO QUE DIOS HACE EN TI, Y LO QUE TÚ HACES EN DIOS”
El Sacerdote Jordi Rivero nos dice: Como los hijos guardan la foto de sus padres, el cristiano utiliza el arte para representar a los que están en el cielo. Las fotos de los padres no son necesarias para que los hijos les recuerden a los padres o mantengan el amor entre ellos, es tan solo un signo que facilita el recuerdo. Por tanto el cristiano tampoco necesita imágenes para orar. Tan sólo son una ayuda para elevar los sentidos. El hombre siempre ha usado pintura, figuras, dibujos, esculturas, fotos, videos, etc., para darse a entender o explicar algo. Estos medios sirven para ayudarnos a visualizar lo invisible; para explicar lo que no se puede explicar con palabras, a sentir lo que SIENTE NUESTRO CORAZON...A DEJAR UN TESTIMONIO DE VIDA.
BIEN SE DICE QUE EXISTEN COSAS QUE NO SE RECUPERAN:

Una piedra, después de haberla lanzado;
Una palabra, después de decirla;
Una oportunidad, después de haberla perdido;
El tiempo, una vez que ha pasado.
A veces no hay segunda vez, o una segunda oportunidad, aprovecha el momento, es un instante que no volverá y que tienes la oportunidad de capturarlo, grabarlo en tu memoria, almacenarse en tu corazón, alimentar tu vida, y  porque no hacerlo, si se puede, en un video, en UNA FOTO… ¡clic…directo al corazón!
 

viernes, 23 de enero de 2015

EL AMAR Y EL CONSOLAR


SANA,  SANA, COLITA DE RANA, SI NO SANAS HOY, SANARAS MAÑANA...
Caminaba por la calle, y ví una pequeña que corría y en un pequeño descuido tropezó y cayó… su mami se le acercó muy rápido y la alzó, y lo primero que hizo la pequeña llorando fue mostrarle su manito que estaba lastimada, un pequeño golpe, pero suficiente para causarle dolor…La mami cogió su manito y de inmediato le dio un besito y le dijo suavemente: “YA MI HIJITA, SANA , SANA COLITA DE RANA, SI NO SANAS HOY, SANARAS MAÑANA, Y LE DIO OTRO BESITO”…y como arte de magia, la niña se calmó, seco con su manito sus lágrimas y se cogió fuerte de la mano de su mami y siguió caminando…

Este momento me trajo un hermoso momento compartido con mi hijita, en algún momento que al igual sufría una circunstancia de caída , y yo también se lo decía a mis pequeños hijos, y recordé nostálgicamente, que al igual lo escuche muchísimas veces decir a mi mamá o a mi abuelita, y también volví a recordar esas caricias, sobaditas y besos en la zona adolorida que acompañaban a esa palabras…¡cuántos chinchones, raspones y golpes leves fueron “curados” con esa sencilla rima infantil, antigua, heredara, sin un origen determinada, ni autoría manifestada, pero que se utiliza casi en similares palabras en diversos partes de Latinoamérica, o quizás a esta altura, en casi todo el mundo…SANA, SANA COLITA DE RANA…SI NO SANAS HOY SANARAS MAÑANA…

La nostalgia me envuelve al recordar estas escenas, y es cierto que hay algunos momentos que por circunstancias inusuales, me siento adolorida del alma, del corazón, y no encuentro una explicación lógica o válida para ello, o quizás la razón se da, no importa el porqué, sólo que en ese momento cuanto no daría para que alguien me dijera ese bálsamo de amor… SANA, SANA COLITA DE RANA, SI NO SANAS HOY, SANARA MAÑANA… y SÍ, A VECES necesitamos el mismo cariño para curarnos, para eliminar el estrés del día a día, para cuando estamos tristes, para cuando mostramos una cierta fragilidad, cuando no tenemos la misma vitalidad que anteayer, si no conseguimos unos buenos resultados en lo que hacemos, si estamos preocupados, si nos sentimos heridos, lastimados, o si sentimos a nuestros amores heridos , lastimados; si se nos olvida algo importante, si nos equivocamos, si nos volvemos a equivocar, si nos confundimos, si nos aturden… cuando resulta difícil encontrar una mano tendida. Y nos sentimos impotentes ante los súbitos reproches: “pues no entiendo por qué lloras, porque te pones así, que te pasa, ya no eres la misma persona fuerte de antes, no hay ninguna razón válida para que te pongas así, no te entiendo…” Etc., etc. AHH CUAN OPORTUNA ESTARIA ESCUCHAR ESA FRASE...Y SI ANTES DE NIÑA ME LA DECIAN CON TERNURA y CON EL MISMO SENTIR LUEGO YO SE LAS DECIA A MIS HIJOS; AHORA…EN ALGUN MOMENTO, ME GUSTARIA VOLVER A ESCUCHARLA…DE SEGURO QUE ME CAUSARIA EL MISMO EFECTO MAGICO…NOSTALGICAMENTE ME HARIA SONREIR, Y DE SEGURO, CALMARIA EL MOMENTO, ATENUARIA EL DOLOR.

CIERTO ES:

Todo Padre o Madre en la crianza de los hijos ha experimentado la angustiante situación de ver caídas y lastimaduras de nuestros pequeños, y nuestro actuar se da por un lado de correr a alzarlo, atenderlo, darle un abrazo protector y porque no, junto con el legendario “sana, sana colita de rana” brindarles nuestro amor y atención… y la otra posición, decirles que se levanten, que no pasó nada…esto para enseñarles a levantarse por sí mismos… Ambas situaciones son viables sin caer en la sobreprotección o el desinterés, en todo caso, una caída y lastimadura implica muchas sensaciones: dolor, temor, estrés, ansiedad, desequilibrio emocional…(y si no acuerdanse la escena en la película de LA PASION , cuando el niñito Jesús cae y su Mamá María corre con los brazos abiertos para atenderlo… y en otra escena, por similitud, Jesús cargando la cruz, cae y su Madre María corre desesperada para acogerlo…)

La frase suele pronunciarse mientras se acaricia, frota o besa la zona dolorida. Muchas madres han tratado de calmar así el dolor de sus hijos durante mucho tiempo y realmente funciona y la explicación científica se encuentra en los mecanismos del dolor, que refiere que mientras mayor sea la activación de las fibras sensitivas grandes, menos será la sensación de dolor. Por ello, cuando nos damos un golpe tendemos a frotar la zona dolorida, o a meterla debajo de un chorro de agua o a agitarla. Y esto es lo que explicaría por qué funciona el “sana, sana, colita de rana” que las mamis recitan a sus hijos mientras frotan la zona dolorida, cumplen su función de masaje sanador, y en ello, atenuar el dolor, disminuir síntomas asociados al estrés como la aceleración de los latidos, la respiración descontrolada y la tensión muscular, además de contrarrestar la depresión y disminuye los niveles de cortisol (los niveles altos pueden dañar el desarrollo cerebral del infante). Los manuales de Medicina nos refieren que el cortisol es considerado la hormona del estrés pues el organismo la fabrica ante situaciones de emergencia para ayudarnos a enfrentarnos a los problemas. Cuando la situación de estrés es puntual, una vez superada la emergencia los niveles hormonales y los procesos fisiológicos vuelven a la normalidad, pero cuando el estrés es prolongado, como es muy frecuente hoy en día debido al ritmo de vida que llevamos, se disparan en el organismo los niveles de cortisol, y al ser el único proveedor de glucosa del cerebro tratará de conseguirla por diferentes vías, bien sea destruyendo tejidos, proteínas musculares, ácidos grasos y cerrando la entrada de glucosa a los otros tejidos.

Y en sí, no es este conjunto de palabras infantiles, graciosas y ritmicas las que logran su cometido por sí solas, sino, son los gestos, actitudes, sentimientos como el amor y el consuelo que acompaña a esta frase: el saber amar y saberse amado. Algo propio del amor maternal es la protección y cuidado, y lo característico en el amor es el saber consolar en el momento apropiado. De Dios nos viene el Amar y el Consolar, y ello implica una dosis enorme de generosidad, de afecto, de paciencia. Significa olvidarse de uno mismo, entender a quién padece, compartir su tristeza y ayudar en la búsqueda de soluciones. La palabra que sale del corazón y habla al corazón del que sufre tiene un gran poder: conforta, consuela, anima. POR ELLO, esta frase recitada con amor, que sale del corazón cumple su misión oportunamente…

Quien tiene un porqué en la vida, puede sobrellevar casi cualquier cómo. Van a venir los momentos de tensión, de dolor, de estrés, de temor, pero debemos tener siempre presente que el Señor permanece a nuestro lado y dice a cada uno de nosotros: "¡No temas! Esta noche pasará y luego verás la luz de la mañana…y más, en la noche más oscura, siempre habrá una estrella más luminosa…