Hoy una triste noticia que referían en todos los medios Tv Y Prensa
referían una noticia que me remeció totalmente : “ AMPUTARON LA MANO A NIÑO DE NUEVE AÑOS, EL
MENOR SUFRIÓ UNA FRACTURA EN EL BRAZO Y TRAS RECIBIR UNA ATENCIÓN DEFICIENTE,
PERDIÓ CIRCULACIÓN Y OXÍGENO EN LOS DEDOS”…. Y con ello, se visualizaba el
dolor de los padres, la mamá angustiada que una y otra vez decía “es mi niño, y
sólo tienen 9 añitos, que va a ser de él”… a la par, los reclamos angustiosos
para que le ayuden, para que” castiguen” al médico que prefirió salir a
almorzar en lugar de atenderlo y que en su lugar dejo a personas incapaces, que
le habían aplicado el yeso INADECUADAMENTE
CON MUCHA PRESION porque los dedos de su mano se había puesto morada, y que cuando le hicieron notar al
médico, le dijo que era normal después de un fuerte golpe que aparezcan estas
situaciones; otras muchas opiniones referían que debía investigarse y sancionar
a los responsables médicos y personal del Hospital que no supieron atenderle
adecuada y oportunamente…una Impactante y dolorosa situación real… que llevaba
a cuestionar porque ocurren estas situaciones…y con ello, me trajeron a la
memoria una situación de similar angustia, pero diferente final, que vivimos hace muchos años atrás con nuestro
pequeño segundo hijo de similar edad…9 años.. Sufrió un corte profundo en su
pierna y le llevamos al Hospital donde una enfermera le atendió y le aplico puntos y me dio pastillas para el
dolor. Ya en casa, a las horas empezó a
hacer fiebres, y el dolor no le calmaba... Nuevamente le llevamos , y esta vez
le vió un médico que le aplico una inyectable y refirió que era normal las
fiebres y el dolor…Pero igual, las fiebres bajaban y luego subían, así que
nuevamente le lleve al hospital, y otro médico le atendió, pero esta vez , le reviso muy bien, y sí estaba infectada la herida, y le
pregunte por que se había dado tal situación si en casa se extremaron los
cuidados, y me dijo que podría ser
causada por varias razones médicas, que me las nombró, entre ellas que no se le
había efectuado una limpieza profunda de la herida antes de colocarle los
puntos, o porque al ser profundo el corte tenía que eliminarse algunas capas de
piel interna para que cierre bien la herida, para ello era urgente que se abriera la herida
, hacerle una pequeña cirugía local para retirar todo tejido interior dañado,
para que se cierre bien la herida, me
mando comprar los medicamentos necesarios, y le practico inmediatamente el
tratamiento, demoro algunas horas y yo esperaba afuera muy angustiada, cuando
le deje a mi hijito en la camilla, mi chiquito me miraba un poco asustado pero
me hizo prometerle que cuando le lleve a casa le comprara un pastel y una
gaseosa…¡¡porque tenía mucha hambre!!, le dí su beso y salí para que no viera
mi angustia. Me senté y oré a Nuestro Señor. La enfermera salió y dispuso que los pacientes
que le estaban esperando al doctor sean atendidos por otro médico. Ya habían transcurrido las dos horas,
había pasado el horario de refrigerio,
y para mi felicidad, mi chiquito salía de la mano del doctor, con
su pierna vendada pero caminaba bien… Me dio las indicaciones a seguir, y salimos...
y ahí me hijito me hizo recordar la gran promesa ¡¡ le compre su pastel, su
gaseosa y le llevamos a su doctor y a la enfermera que obraron bien otros pasteles
y gaseosas, que se los dí junto con un
abrazo y mi corazón agradecido !!
CIERTO ES:
Decimos que alguien obró bien generalmente cuando queremos decir que
cumplió con su deber, con su misión y ello genera una verdadera FELICIDAD. Hay un propósito que ES
UNICO PARA CADA UNO DE NOSOTROS, y que sólo debe ser cumplido por uno mismo
porque Dios nos ha dotado de todo lo que se necesita para hacerlo; nuestra
propia misión, nuestro propio deber, nuestra propia responsabilidad. Hay un plan
hecho por Dios para que lo cumplamos viviendo en la confianza plena en el Señor
que nos da energía y paz para trabajar, amar
y ser felices. El sentirse bien acerca de sí mismo en medio
de nuestras relaciones, de nuestro desempeño profesional y logro nos da FELICIDAD Y CRECE NUESTRA CONFIANZA Y SEGURIDAD, cuando nuestros talentos, dones y habilidades se desarrollen plenamente
y son utilizados eficientemente a través del trabajo de toda una vida. De esta forma, nuestra actitud hacia el
trabajo se torna en positivo: agradecer a Dios por la bendición de trabajar, con el
gozo de cumplir nuestro deber delante de Dios utilizando nuestros dones, preparándonos
con responsabilidad y con la felicidad
de ir más allá del sueldo y el cansancio, sirviendo a través de nuestras
Obras a Nuestro Señor, sintiéndonos
felices en nuestro actuar, haciendo más de lo que esperan de nosotros aún
cuando las circunstancias sean difíciles, siempre obrar bien. Se trata de actuar con APTITUD Y
ACTITUD. La aptitud es lo que sabes, TU
TALENTO, TUS CUALIDADES Y CONOCIMIENTO y La actitud es lo que haces con lo que
sabes, TU TEMPERAMENTO Y DISPOSICION DE ANIMO.
Como en todo trabajo, hay buenos y malos profesionales en cuanto a
su APTITUD porque practican su arte de modo incorrecto y no saben utilizar en forma
adecuada los procedimientos diagnósticos o terapéuticos que implica siempre
falta de suficiencia técnica. También están
los profesionales que son buenos y malos en lo que se refiere a SU ACTITUD, porque
sus actos médicos carecen de corrección
y bondad . Y también están los que desmerecen
totalmente la calidad de la profesión. Mal médico es el que posee una capacidad
técnica insuficiente o incorrecta, en tanto que el médico malo es aquel que la
utiliza mal porque es moralmente malo. Ahí está la diferencia y ahí esta identificación: Los malos médicos no siempre
son los “médicos malos”. Un buen médico puede ser, a su vez, un médico malo,
dado que la suficiente técnica no implica necesariamente la bondad moral, por
lo que al médico se le deben exigir ambas características. El principal
objetivo del médico, y de la Medicina por extensión, es cuidar la salud del paciente
y aliviar su sufrimiento y sus
principales cualidades son el trato digno al paciente y a los compañeros, el
control juicioso de la incertidumbre durante el encuentro con el enfermo y una
elevada ética profesional .No todas las actividades humanas exigen de quien las
practica tanta elevación moral como la medicina. Ello se debe a que los médicos
trabajan con lo más preciado que tienen los seres humanos, su vida y su salud,
actuando con verdadera ETICA MORAL.
El plan de Dios para el
hombre es maravilloso y poniendo nuestra plena confianza y seguridad
encontraremos felicidad y la realización personal, la paz y el equilibrio
interior. Es Dios quién actúa en nosotros guiándonos para que a través de
nuestra conciencia hagamos el bien y evitemos el mal. Lo importante es conocerlo en los diversos sucesos que se nos presentan
buenos o malos, en nuestro actuar sea
como en estos casos del médico o del enfermo, pues
Dios suele revestirse con el manto sencillo del que se cruza en mi camino y necesita de mí, o del que yo
necesite, porque a Dios no se le puede amar sólo de palabras, de sentimientos,
de emociones. A Dios se le ama con obras: obras de rectitud, de coherencia
humana, de sinceridad, de fidelidad, de caridad y de bien y servicio. Nuestra
vida tiene que ser un servicio que prestemos a Dios. De Él hemos recibido la
vida y nos ha encomendado la vida para administrarla bien. Y el Señor nos llama a servirle en el camino que
nos tiene planeado, sea a través del matrimonio, eligiendo una vida de consagración
total a Él, el dedicar nuestros dones y habilidades a una causa noble y grande, en bien de la
humanidad: enseñanza, medicina, obra de beneficencia (dedicarme a ancianos,
enfermos, etc.), dedicación a la ciencia, etc. Y lo más importante brindar
nuestro obrar bien a Dios y a nuestro
prójimo con libertad interior, con
alegría y con grande amor.
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