lunes, 22 de junio de 2015

UN REGALO DE DIOS EN EL DIA DE NUESTRA BODA


TESTIMONIO DE UN REGALO DE DIOS
Nuestra época necesita de testigos del bien que Dios puede hacer y de la felicidad que Dios puede dar, pero más que nada, testificar la grandeza de su amor y misericordia para con nosotros.  Esto es para las personas que queremos, sentimos el calor de su cariño  y que agradeceríamos nos acompañen de corazón y oración en este día tan especial para nosotros....Hoy es un día, que nos recuerda que 35 años atrás, guiados por la mano de Dios, tomamos una decisión muy importante en nuestras vidas,  consolidar nuestro amor bajo la bendición de Nuestro Señor, con el amoroso apoyo de nuestros padres y rodeados de muchos corazones amigos.. Si hace 35 años nos casamos y HOY CELEBRAMOS NUESTRAS BODAS DE CORAL.
Realmente, parece que aun fue anoche, cuando nos conocimos en la Universidad, y luego el amor fue creciendo poco a poco, y tomados de la mano, decidimos a los pocos años constituir nuestra propia familia.  Aún mantengo frescos los recuerdos de esos momentos, especialmente hoy, del día de nuestra boda, un día intenso lleno de emociones, sentimientos y cargado de momentos bendecidos. Y cierto es, que estaba pendiente de tantas cosas que al final no pude captar todo lo que pasaba a mi alrededor en esos momentos, pero luego en la serenidad de la alegría, mi mente registro todo para mis recuerdos...
Ese día, me levante muy temprano y salí con mi mamá a la Parroquia del Corazón de María y ahí nos confesamos…había pasado muchísimo tiempo que no lo hacíamos juntas y fue muy hermoso luego orar las dos juntas frente a la imagen de Nuestra Amada Madre.  Yo le pedí que me ayude a ser una buena esposa y compañera para mi Manuel, y que le pida a su amado hijo bendiga nuestro amor por siempre. Y voltee y le vi a mi mamita, orar junto a mi lado con los ojos cerrados… en ese entonces, no imaginaba que le estaría pidiendo, pero ahora que soy madre tengo la certeza que ella estaría rogando por mi felicidad, porque creo que eso es lo que pedimos todas las que somos madres por nuestros hijos… Salimos juntas y llegamos a casa, papá había comprado el pan y tomamos un rico desayuno los tres, mis hermanos aún estaban durmiendo. Luego fui a mi cuarto, ahí estaba colgado mi vestido de novia, que en la noche anterior me lo había traído mi querida amiga junto con un arreglo para el cabello que me había preparado su profesora-modista.  Este vestido me lo preparo mi amiga que estaba estudiando alta costura y su “examen final” fue el confeccionar un vestido de novia, y como sabía que me iba a casar me pidió confeccionarlo, lo cual me alegro muchísimo y juntas compramos lo necesario tela, adornos, todo lo demás y me divertía ser su modelo en sus clases. Al final lo terminaron confeccionando con la ayuda y dirección de su profesora… un modelo simple pero por lo mismo muy hermoso, lleno de detalles, pero EL DETALLE MAS PRECIADO, es que este vestido lo usaron mis dos hermanas años después,  cuando en su momento se casaron por religioso… Bueno, ahí estaba colgado, todo dispuesto, zapatos altos (que me los compre anticipadamente, y todas las noches me los probaba para caminar bien por temor a caerme, o peor, romper el taco, que en muchas ocasiones me paso cuando salíamos aún de enamorados, y  mi Manuel siempre encontraba muchas formas para “solucionarlo”) estaban las famosas cosillas, para que no se pierda la “costumbre” que la novia utilice en su ajuar  cuatro elementos con las peculiares características de ser algo viejo, algo nuevo, algo azul y algo prestado, y sí, ahí estaban : unos hermosos aretes del quinceañero de mi mamá, mi vestido nuevo, un liguero de color azul y un collar prestado de una inolvidable amiga.
Después de almorzar con todos mis hermanos, empezó el alboroto en casa… unos entraban y salían, papá y mis hermanos al peluquero, un día antes recogieron sus ternos del sastre, así que con calma mamá fue a la peluquería, mis hermanas pequeñas, alistando sus vestidos, yo arreglando mi maleta, y en eso llega mi cuñada, que en un dos por tres, me peino, maquillo, arreglo...etc.,etc…me dejo super bien, y me sentí muy bien, y después salio corriendo pues tenia que arreglar a los demás en su casa, y vestirse y vestir a mis pequeñas sobrinitas…
Llego la hora, y yo estaba en mi cuarto sentada, vestida y totalmente arreglada, MUY CALMADA…Y esto era porque me había tomado un frasco de agua de azahar (o más)  para relajarme, porque no quería llorar este día (que es lo que casi siempre ocurre, cuando me emociono mucho), llego mi cuñado con sus hijos, mi queridos pajecitos y mi bella sobrinita, mi damita de honor.  Y juntos subimos al carro adornado con flores, que estaba esperándonos, rumbo a la Iglesia a encontrarme con mi amor.
En la Iglesia de San José que nos casamos, se casaron mis padres, y ahí también me bautizaron… pero el detalle de mayor valor espiritual para mí, es el hecho de que el mismo sacerdote que caso a mis padres, y el que me dió mi primer sacramento era el Padre Carlos del Niño Jesús, Párroco que realizo ese día nuestra boda, concelebrada conjuntamente con mi Asesor espiritual, mi querido Padre Fernando, y que también al término de la celebración religiosa, inmediatamente celebró el matrimonio Civil. ¡Una hermosa bendición!
Días antes, ya habíamos recibimos las charlas matrimoniales.  Una de parte de mi Asesor espiritual, un sacerdote que me conocía desde niña, y la otra charla en la Parroquia donde nos casábamos. Fue una hermosa ceremonia, en una hermosa Parroquia llena de recuerdos, no hubo videos pero si muchas fotos, con muchos amigos, familiares, y estuvo presente mi abuelita, que recién había salido del hospital después de haber tenido 2 pre infartos al corazón y por lo mismo, mis tías por temor a que se emocionara mucho y le causara daño, no le habían contado que ese día era la boda, pero como era una traviesilla, vio el parte y sin más, se arregló y “exigió” que le llevaran, y si, ahí estuvo mi adorada abuelita conmigo, compartiendo este día especial, y es más, conoció a mis tres primeros hijos antes que partiera a la casa del Señor, para encontrarse con mi mamá que sólo pudo conocer a mi primer hijo.  Una bendición más de Nuestro Señor.
Horas antes cuando que estaba entretenida arreglando mis souvenirs de boda, pequeños recuerdos que estuve confeccionado desde meses atrás… me llama mi mamá, para recibir mi Bouquet de flores naturales, flores y una campana, que colgamos en la entrada de mi casa.  Después de la boda, le pedí a mi mami llevara el bouquet a la Parroquia y se los dejara a los pies de la Virgen. La campana se quedó adornando la casa de mis padres, porque se cambiaron los planes a último momento.  Se planifico que después de la boda, se pasaba a los salones a un compartir con toda la familia y amigos , luego de ello, íbamos a pasar a recoger nuestras maletas de mi casa , de ahí nos íbamos a ir a un hotel y luego un viaje corto.  Pero los amigos de la Universidad insistieron en querer reunirse un momento con nosotros, así que al término del compartir en el salón parroquial, nos dirigimos a la casa de mi esposo con los amigos y algunos familiares, por lo que mis padres, recogieron  nuestras maletas y las llevaron a la casa de mi esposo… justo llega mi mamá, en el momento que teníamos que retirarnos,  nos abrazamos fuerte, sin querer, se le cayeron algunas lágrimas, era su primera hija que se casaba y dejaba el hogar, y me dió su bendición..¡Cuán importante para mí, significo ello, porque sé que de su buen corazón emano muchos deseos de felicidad para nosotros, y de ese amor grande que me dió, me ayudó a ser lo que ella esperaba de mí, lo que DIOS SOÑO PARA NOSOTROS!  ¡¡ Me sentí sumamente bendecida!!
Ya en el hotel, llegamos cansados y muy emocionados, que en principio no nos percatamos del entusiasmo que se vivía en los ambientes del mismo… luego lo entendimos, se estaba presentando un gran artista CAMILO SESTO  que sin imaginárselo nos regaló un concierto de amor que inmortalizo LO NUESTRO. ¡QUE TAL REGALO  INIMAGINABLE!
Sé Hoy, que esa Noche, fue muy especial. Ahora estamos tan bendecido con nuestros hijos,  conformamos una Familia que se fundó con  amor, se fue consolidando día a día con todo nuestro interés, y  bajo el amparo de Nuestro Señor, seguimos luchando para crecer en familia, caminar juntos acompañando a los hijos, buscando conocernos bien, escucharnos y ayudarnos mutuamente,  crecer armónicamente  y en reciprocidad en el pensamiento y en la acción, en nuestros afectos, en el trabajo y en nuestra FE y AMOR A DIOS, bajo el amparo amoroso de su Santísima Madre.
Sé que Dios hace el bien por cada uno de nosotros, que ese fue el Plan de Vida que nos regalo, y que sigue obrando dia a dia en la vida de todos nosotros.   
Sé también que estoy en el lugar que debía estar: EN TU CORAZON  y TÚ, POR SIEMPRE, EN EL MIO.  Y SIEMPRE PEDIRLE A NUESTRO AMADO SEÑOR NOS SIGA PRODIGANDO SU MISERICORDIA  y POR SIEMPRE SU BENDICION.  ¡FELIZ NUESTRO ANIVERSARIO!!  Y Dios disponga, se vengan muchísimos más…